Noticias Corridas 2

¡Vaya! Últimamente no he subido algo realmente del momento al blog, sólo puros poemas programados por cierto que ya tenía hechos desde un tiempo. Pero bueno, no quisiera dejar a mis pocos lectores mal atendidos acá en Laude Vitae. He aquí la 2da entrega de mis noticias corridas:

·         En mi plantel educativo, ya acabó la temporada de exámenes del segundo parcial (yeAH!) y pasada la semana que viene, ya entramos en exámenes finales. Para muchos jóvenes, eso sería algo digno de una interjección llena de soeces, pero en mi caso, no. Verán que en mi plantel se aplica ese gozo de pocos y deseado por muchos llamado “Exención” y sí, yo soy un morro aplicado que suele exentar muchos exámenes finales.

·         Ayer y hoy presenté unas canciones con motivo del Centenario de la Revolución Mexicana, acá en mi humilde pueblito. Canto en coro acompañado de un grupo de mariachis, para los que pregunten dato irrelevante, en el coro, yo soy bajo. De hecho, mañana igual habrá función, e igual debo de ir para volver a

·         Hoy no pude ir a un evento con el que quería ir con meine lieben Freundin (me refiero a mi Dama como “Engel”) porque coincidentalmente cayó el mismo día del XXV aniversario de boda de una tía y bueno, mis padres no apoyaron en mi humilde causa de verme con la Dama de mis Lamentos.

·         Aunado a que precisamente por ensayar tan pesadamente lo de la presentación en el teatro de mi comunidad que salí muy tarde el jueves y como no iba a aguantar el viernes, decidí no ir (viendo el punto número 1, me decidí aún más). Pero en ese momento, no consideré las lacerantes consecuencias de mis actos… no poder ver a Engel, tan bella y con esos únicos ojos, de donde nace su cautivadora mirada.

·         Y bueno, esas dos cosas de arriba me hicieron sentir bastante mal. Sentí que le estaba fallando bastante a meu Coraçao; no fui el viernes al plantel y no pude ir al evento del sábado, le expuse mi punto a Engel y vaya… tengo la mejor novia del mundo. En vez de ponerse enojada o mal conmigo (y aunque quizá exagere, lo entendería), ella me subió el ánimo y realmente me cambió la jeta de un momento a otro. No sé si ella leerá esto, pero quiero que sepa que mi vida es incuantificablemente más linda a su lado *suspiro de poeta*

·         Recientemente, no he escrito poemas. Quizá por la carga de estos últimos días de exámenes parciales en el plantel, en la escuela de música y los ensayos para el teatro, carga que me ha mantenido alejado de la tinta y el papel en el que mis sentimientos danzan y forjan mis versos nacidos del alma. Debo escribir algo para regresar a mi rutina, al menos un par de Haikus para reanimar a mi catatónico poeta interno.

·         Y en ese recientemente de arriba, entra igual el hecho de que me he estado adentrando bastante en el Thrash Metal. Descubrí a un par de brutales grupos de procedencia teutona: Destruction y Sodom. Si creías que el Thrash de los Metallica es harto pesado, no has escuchado nada procedente del pueblo bávaro; y no me jodan, ese Thrash alemán está bien loco y acelerado; muy similar al sonido de los Slayer en sus primeros discos: Crudo, violento, con kilos de ira y gritando con odio en acompañamiento de rápidos riffs, pesados bajos e inhumanas baterías. De hecho, ahora escucho “I´m the War” de Sodom.
Además de  adentrarme más en un excelente sub género del Metal, me dediqué igual a extender mi ya regordete repertorio de los ya citados Slayer, Saratoga, Kreator, Mägo de Oz y Sonata Arctica.

·         Como último dato, hace ya unos ciclos de nuestro planeta en su eje que mi encendedor Zippo se había quedado sin la piedra con la que la rueda hace fricción para encender la mecha. Y ahí me veían en la calle, andando con un Zippo lleno de combustible pero sin una valiente chispa que se atreviera a iniciar esa fricción que desencadenaría un orgasmo de fuego en el insípido metal con el que jugaban mis necias manos. Y hasta apenas hoy, antes de ir al teatro de mi pueblo, me compré el paquetito de 5 piedritas para Zippo que tanto necesitaba; encender de nuevo mi encendedor fue una grata experiencia, tal cual volver a ver caricaturas de cuando niño.
Un consejo, no intentes encender el Zippo dándole la vuelta al revés a la ruedita sí, soy tan endejo y ocioso que así le hice que es MUY POSIBLE que le rompas la piedrita que trae tu encendedor. Así te puede ahorrar una lanita que puede ser bien utilizada en otras cosas.

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