Folletos ecológicos

sábado, 6 de noviembre de 2010

Sobre Dios

Hoy toca hablar de un tema muy debatido y en el que no todos saldrán conformes. Entre tantas cosas que pueden tener esa etiqueta, les quisiera comentar que la religión es uno de esos temas que me agrada platicar con alguien, pues la visión hacia (pongámosle así) el Ser Supremo es tan variada como seres humanos en este planeta.
En mi hogar, fui criado con una enseñanza católica apostólica romana o al menos eso me han venido diciendo, que soy un hijo de Dios (puesto que fui bautizado en el nombre de la única y verdadera iglesia), que debo ir a misa [hoy fui a misa no con todas las ganas, pero al ir me inspiré para esta entrada] y que me debo portar bien. Con esas ideas fui educado desde que no tenía una conciencia de mi mismo (cuando era un bebé) y de algún modo intentaron que fuera así.
Pero mis creencias han cambiado radicalmente desde hace no mucho tiempo. Dejé la fe católica para vivir a plenitud mi espiritualidad. Puedo citar a algunas de mis influencias como “Conversaciones con Dios” de Neale Donald Walsch (un libro que sencillamente me cambió la vida), la Biblia Satánica de Anton LaVey (de donde saqué algunas cosas, no todas) y diversas conversaciones que he tenido a lo largo de mi vida con personas que me hicieron lo que ahora soy.
Primeramente y antes de que me cataloguen como un ateo, creo que Dios existe. Yo creo que hay un Ser Superior. Quizá algunos lo llaman de otra forma: Jesús, Jehová, Iahvé,  Alá, Vishnú, Buda, Quetzalcóatl, Amor, Vida pero yo simplemente le digo Dios, crudamente así. Ahora verán cómo veo y percibo a Dios y sus temas relacionados:
El “Bien” y el “Mal” no existen. Esas ideas que tenemos muchos sobre lo que es bueno y malo, simplemente son ideas, etiquetas, marcas que les damos a las cosas, seres, eventos y lugares. ¿Por qué no existe el Bien ni el Mal? Porque las cosas simplemente son, nada es bueno ni malo. Les daré un ejemplo de los Conceptos Relativos: Verán que a los extremistas del Medio Oriente se les ha enseñado que si mueren en su Guerra Santa contra el mundo occidental se les dará un pase directo al cielo y vivirán eternamente. ¿Idea guajira, no? Pero tomemos el caso del 11 de septiembre, el ataque a las Torres Gemelas del World Trade Center. Para los extremistas que participaron, fue tremendo júbilo haber hecho eso. Su guerra contra el mundo occidental había avanzado de gran manera. Pero oh sorpresa, para los estadounidenses fue una mentada de madre, una ofensa a su vida y desde esa fecha han cambiado muchas cosas allá.
Ahora, ¿Fue eso algo malo? Depende. Para nosotros (sí, nosotros mundo occidental altamente influenciado por Estados Unidos) fue algo malo, muy malo. Pero para los extremistas del medio oriente, fue algo muy bueno. Así que… ¿finalmente, quién tiene la razón? La respuesta es que nadie tiene la razón al catalogar ese evento como “bueno” o “malo”.
Satanás no existe. Y aunque bien admito que luego digo “Satán es mi pastor” para joder a cualquier persona que sea altamente religiosa, estoy jugando, pues la idea de ese tipo rojo, de traje, con barba y cuernos para mí simplemente me da risa. Satán, el Diablo, Lucifer, Belcebú, el Malo, Don Sata o como lo quieras llamar es una idea que nos metieron a muchos de nosotros desde jóvenes para meternos miedo. Y con miedo, somos altamente manipulables. Esta idea se une a la anterior de la ausencia del “Bien” y del “Mal”. Al no haber Bien ni Mal, no existe Satanás, sólo Dios. Y tal como dice el último mandamiento de la Iglesia Satánica: “Satanás ha sido el mejor amigo que ha tenido nunca la Iglesia, ya que le ha mantenido el negocio todos estos años”
El Infierno no existe. Otra idea basura que se nos ha metido en la cabeza desde hace mucho tiempo en la historia de la humanidad. El Infierno que se supone es el lugar de castigo eterno para los que obran mal y no se arrepienten en la vida, son sólo meras fantasías que se crearon para meternos miedo y finalmente manipularnos. Creo fervientemente que la gente va a la Iglesia con la idea de salvarse del fuego eterno, pues a nadie le gustaría joderse eternamente en ese lugar para nada lindo. La Iglesia Católica, en mi caso, ha ganado mucha fe con esta idea al inculcarnos miedo a Dios y su castigo de “Si no te portas bien en la vida te vas al averno”. Felaciones que viven en muchos, pero no en mí.
Dios no es exclusivo de ninguna religión. Tal como dice el texto en negritas, Dios no es ni católico, ni mormón, ni testigo de Jehová, ni budista, ni judío, ni ninguna otra religión que se te pueda ocurrir. Así que no creas (si eres religioso) que Dios sólo quiere a los tuyos, so egoísta. Dios no le pertenece a nadie.
Dios, está y es. Está en todos lados, es todos lados. Está dentro de ti, eres tú. Está en todas las cosas que nos rodean, es todo lo que nos rodea. Tú, tu mascota, tu papá, tu casa, tu computadora en la que ves este artículo en Laude Vitae, mi Blog, el cielo, la tierra, el agua, en fin… ¿para qué le sigo? Supongo que ya entendiste que TODO es Dios. Ahora sabes que tú igual eres Dios, en parte claro. Dios es universal y el conjunto de todas las cosas, se subdivide en otras más pequeñas. Desde una Galaxia, hasta cualquier electrón que esté en la materia.
Dios se comunica contigo. Verán que a mi forma de ver las cosas, Dios tiene sus maneras de hablarte. Una canción, una sonrisa de un niño, una enseñanza en una película que acabas de ver, el amanecer rojo y fulgurante, un beso, un abrazo, un buen chiste, poesía, un cuadro exquisito. Solamente debemos destapar a nuestros sentidos y ver que Dios nos habla. ¿Lo escuchas? Ahora él te habla a través de este Blog, quizá quiere que aprendas algo o que expongas tu punto, no lo sé… a fin de cuentas habla contigo.
Dios no es Él ni Ella. No me gusta que se refieran a Dios como “Él”, idea fuertemente arraigada en nuestra cultura occidental misógina. Creo que Dios va más allá de un sexo, cosa propia de los seres terrenales para definirse en esta vida. Dios es Dios, sin etiquetas aparte. Claro está que no pasa nada si te refieres a Dios con cualquier apelativo.
La Religión no es nada útil. No sirve de nada rezar, no sirve de nada ir a misa, no sirve de nada encomendarte a Dios. La Religión nos intenta guiar hacia Dios, pero muchos caminos llevan a Roma. Así que si quieres llegarle a Dios con la religión adelante, yo llego a Dios simplemente existiendo y haciendo cosas. A mi manera de ver, se le honra simplemente al ser nosotros mismos y hacer cosas. Dios no requiere alguna acción especial para que le honres.
Por ahora, creo que es todo lo que puedo recordar de mi percepción hacia Dios y sus relativos. En cuanto recuerde más cosas, actualizaré este artículo para que sepan un poco más de mi.
Ahora, ¿cómo tú ves a Dios?
Házmelo saber en un Comment.
Nosce Te Ipsum

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Venga, comenta :D Quisiera saber qué opinas al respecto :P