Un Suspiro por los Viejos Tiempos

Verán, queridos lectores de Laude Vitae, que hace unos días tuve una experiencia que sólo algunos han vivido y degustado tal cuales galletas de la infancia que la abuela preparaba.
El viernes pasado, en la clase de computación de mi escuela, el profesor estaba revisando una tarea que había dejado el día anterior máquina por máquina y como somos varios tardaba su rato con cada pareja de estudiantes. Como ya estábamos aburridos yo y mi amigo Castro, le pedimos al profe de jugar con los juegos (válgase la redundancia) de la PC, el profe accedió y nos dispusimos a emplear los recursos del buen ocio que Windows XP nos ofreció.
Pero Oh My Science! mi vago amigo encontró algo gustoso a la vista y delicioso al tacto en su menú Inicio de Windows... una carpeta llamada "Microsoft Games", la duda era fuerte y un valiente clic nació de él, dentro de ella, había algo que me haría el clásico flashaso hacia el ayer... Halo: Combat Evolved.
Sí, ese legendario juego que vino a cambiar al mundo de los videojuegos y hoy en día, se aprecia su legado en el multicitado Halo Reach. Pero bueno, regresando a mi historia... solté mi ratón y teclado y me dispuse a acercarme a mi dichoso amigo que ya había iniciado el programa y aunque era un simple Trial (una versión incompleta), no me quitó la emoción de decir: "¡Wey! Estamos jugando Halo en clase de Cómputo"
Y después de un rato de intentar la campaña en Legendario [Nota: Nos turnábamos el mouse y las legendarias teclas WASD], decidimos pasar el archivo a mi máquina, para checar el multiplayer (sí, el archivo está harto liviano) y en efecto, nos metimos a jugar por un limitado tiempo en línea.
Tanta fue la alegría que no nos percatamos del tiempo que había transcurrido y que el profe literalmente "nos corrió de la sala de computación" y rápidamente, nos pasamos el archivo al USB y decidimos jugarlo en línea ya en nuestras casas. Ya he jugado en linea con Castro, y la sensación de regresar a mis no tan viejos años fue satisfactoria, algo que fue lindo de recordar.

Y así tuvo que ser, en la noche
a cargarnos varios aliens malos
disparando desde un verde coche
disfrutando, el prefacio de Halo