"Una de las tantas cosas que aprendí de ti, fue a no quedarme botado como un perro sufriendo y lamentándome de mi propio pesar; ni mucho menos el llamar la atención para mendigar por un poco de misericordia o por miradas tristes hacia mi persona. La idea de verme catatónico [por voluntad propia] me repugna desde entonces."
-Reinhardt Langerhans-
Eso es cierto, la conmiseracion y el deseo de inspirar lástima es caer bajo, muuuy bajo.
ResponderBorrarSaludos!!!
Y verá la señorita Nocturna que Reinhardt aprendió eso por buena fe de una persona. Gracias a eso, Langerhans puede ahora seguir adelante más fácil sin mendigar por una mirada lastimosa. Por su fe, ¡qué buen aprendizaje! :D
BorrarSaludos sabatinos pluviales de R. L. a L. B.