Cosas de la Vida Adolescente

Verán, queridos lectores habituales y espontáneos de Laude Vitae, que hoy me toca hablar de 3 temas. Relacionados a la entrada de ayer (30 de noviembre de 2010). Son cosas que creo yo muchos debemos tomar en cuenta al momento de estar con nuestra pareja, y les cuento por experiencia propia:

1.       Discreción: Sí, niños. Hay que ser discretos con lo que decimos, hacemos y no hacemos; dicho en palabras más comunes y populares “Lo que pasa en las Vegas, se queda en las Vegas”, dígase que si haces algo con tu novio o van a ciertos lados a besarse, abrazarse o decirse cositas lindas, no es necesario que TODO el condenado mundo se entere de tus rutinas habituales con tu pareja, seamos discretos con lo que hagamos con nuestra pareja, no es ultimadamente necesario que personas que ni siquiera conozcas se enteren que ayer te comiste un helado con tu chic@. Y no me refiero explícitamente a que andes en el Feisbuc, el Tuíter y esas fregaderas sociales a cada rato… me refiero más bien a que cuides a quién le dices tus cosas e intimidades, ¿vale?

2.       Chismes: Joder… cómo me cagan los puñeteros chismes; esto de los chismes va muy ligado al punto anterior. Digamos que Pedro se besa con Lola en su escuelita católica, y el pendejo de Pedro va y le cuenta a su grupito de amigos, en donde Marco está; el gran compañero Marco comparte esa información con otro grupo de personas y ese grupo hace lo mismo con otro grupo… y al final, Pedro y Lola estuvieron fajando como bestias detrás de la capilla. ¡No mamar! Eso es lo que realmente me castra… que los chismes son como un cabrón mito… es una verdad, pero distorsionada y exagerada para que el morbo haga que siga corriendo.

3.       Imagen Pública: Y  esto es algo relacionado al anterior también. Aunque muchas mentes liberales (y un tanto radicales) piensen que la opinión pública vale progenitoras, es realmente difícil hacer como que no te importa lo que piensen los demás de ti. Lo quieras o no, debes de cuidar tu imagen pública para que no te coman las malas lenguas y con ello, te tachen de algo que no eres. Por ejemplo, en el caso anterior, Lola ya quedó marcada como una facilona (por no entrar en vocablos referentes a las mujeres de la vida galante) y Pedro como un hambriento (o su relativo en tus palabras), ¿por qué? Porque el gran pendejo de Pedro abrió de más su boca y ahora él y su novia pagan las consecuencias de su imprudente acto.
Hago un énfasis especial en esto. Señoritas, cuiden su imagen; desgraciadamente les tocó vivir en una sociedad harto Misógina y he visto que muchos varones pueden ser más malos que el mismísimo colesterol con su Imagen Pública. Cuiden su reputación, cuídense como personas y dense a respetar; digo, está bien si fajan con sus novios, no le veo pedo alguno a eso, pero por los cojones de Satán, no es necesario que todos los profes se enteren de ello.

Lectores, yo les recomiendo ampliamente que se reserven ciertas cosas entre ustedes y sus parejas. No querrán formarse una mala reputación, ser el cabrón tema de las conversaciones de las fiestas ajenas creando así más chismes innecesarios y quedar marcados en lo que les queda de vida pública. Recuerden que “lo que pasa en Las Vegas, se queda (a huevos) en Las Vegas”

Nosce Te Ipsum